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Teorías psicológicas sobre la violencia de género

Teorías psicológicas sobre la violencia de género.

Una característica muy particular de la violencia de género es la tendencia de las mujeres a mantenerse en una relación violenta. Esto se explica a través de la Teoría de la Indefensión (Desesperanza Aprendida) o la Teoría de Walker (Ciclo de la Violencia), describiendo además el desarrollo de la violencia de género.

Teoría de la Indefensión o desesperanza aprendida.

Tiene como base tres situaciones permanentemente presentes en la violencia de género:

  • La motivación de la mujer para cambiar su conducta disminuye como consecuencia de episodios reiterados de golpes.
  • La mujer cree que su posible respuesta fracasará. Al generalizar su indefensión cree que no será capaz de alterar el final de la situación.
  • En este proceso, la mujer renuncia a tratar de efectuar modificaciones, aprende a vivir asustada y a creer que es imposible producir un cambio en la situación conyugal.

 

El ciclo de la Violencia o teoría Walker.

Actualmente es el modelo más utilizado por los profesionales. Lo más probable es, que tras aparecer un episodio de violencia de género, esta vuelva a repetirse.

Esta teoría se compone de tres fases, en las que varían el tipo de violencia ejercida sobre la mujer, la frecuencia en el tiempo y la gravedad de la misma.

  • Fase de formación o acumulación de tensión

Esta puede durar varios días, semanas e incluso meses. La victima percibe claramente cómo el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación. Aparecen, por tanto, pequeñas agresiones psicológicas, algún golpe o empujón, amenaza, etc., hacia la víctima.

Existe un aumento gradual de tensión en el hombre de tal manera que la mujer, como teme que se produzca un nuevo episodio de violencia, hace todo lo posible para no molestarle y satisfacerlo.

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Esta situación genera en la mujer un comportamiento sumiso que llega, incluso a justificar, minimizar o negar lo sucedido para evitar así una respuesta con consecuencias peores por parte del maltratador.

  • Fase de agresión o explosión.

Suele durar poco, minutos e incluso algunas horas. Se produce un episodio violento en el que se descarga la tensión acumulada en la fase anterior y finaliza cuando el agresor considera que la mujer ha aprendido la lección.

La mujer simplemente acepta la violencia y espera que termine pronto. Al finalizar dicha fase puede aparecer un estado de incredulidad, de shock sobre lo ocurrido. En general, cuanto más antigua es la relación de violencia más frecuentes y peligrosas son las agresiones.

Cuando los agresores describen estos incidentes agudos se concentran en justificar su comportamiento. Con frecuencia, relatan una gran cantidad de insignificantes molestias que ocurrieron durante la fase uno. Algunas veces incluso culpan a la bebida o al exceso de trabajo.

  • Fase de luna de miel o de reconciliación.

Es la fase de calma en la que el hombre se asusta porque tal vez la mujer le deje, así que le dirá o hará cualquier cosa para que le perdone. Se comporta bien, le hace regalos, se arrepiente, le pide perdón, le pide otra oportunidad, le promete que cambiará e incluso que buscará ayuda profesional.

El maltratador por un lado cree que será capaz de controlarse y por otro lado que la mujer ya ha aprendido la lección por lo que no volverá a comportarse de tal manera que él se vea obligado a maltratarla. La víctima así mismo cree que cambiará, que él no se pondrá violento nuevamente porque fue un mal día y no pudo controlarse. Algo esporádico, todo reforzado por los nuevos y buenos comportamientos de él, que le lleva a creer que en realidad él es así, tal y como se comporta en esta nueva fase.

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La duración de esta fase es variable e incluso en determinados casos no se da el arrepentimiento del maltratador.

4 Comentarios

  1. Maria 9 años hace

    Muy bien explicado. Me ha gustado mucho. Muy instructivo.

    • Peritos Expertia 9 años hace

      Muchas gracias María.

    • Autor
      David 9 años hace

      Muchas gracias María.
      Con esa intención escribimos los artículos.
      Gracias también a Peritos Expertia por la oportunidad que me brinda.

  2. Angel Antón 5 años hace

    A estas alturas roza lo patético que se persista con el relato de la teoria de Walker que está totalmente en deshuso en la psicología forense. Primero porque se trata de un relato de una forma de crisis que se da en cualquier relación interpersonal donde la emoción es un factor importante. Es decir, se aplica también cuando la maltratadora es la mujer hacia su pareja, sea hombre o mujer, o sus hijos, sus padres etc… Y segundo porque no existe el perfil psicológico del maltratador. Los maltratadores, como las maltratadoras, suelen tener algún indicativo clínico de narcisismo, neurosis o maníaco, ,los que por si solo no indican nada, más de la mitad de la población da algún indicativo de este tipo.

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