Un perito médico no es cualquier médico, y cualquier doctor en medicina no puede ser perito médico. De esta forma concisa a la vez que precisa nos gustaría dar comienzo a un artículo en el que trataremos de acercarnos a nuestro objetivo: conocer la figura el perito médico más de cerca.
¿Por qué sostenemos tal afirmación? Un perito médico, además de ser titulado debidamente en medicina debe recibir una formación específica para el desempeño de la labor pericial: nos estamos refiriendo a la pericia sanitaria.
Dos conceptos van a centrar su ámbito de acción:
- Valorar el daño padecido por un individuo (por ejemplo para arrojar luz sobre incapacidades laborales, daños tras un accidente e indemnizaciones a merecer…).
- Evaluación de praxis médica (cuando un sujeto inicia un contencioso contra un hospital/médico etc. por entender que no se le prestó una buena atención sanitaria).
EN 2015 ESPAÑA PAGÓ 931.668 PENSIONES CONTRIBUTIVAS POR INCAPACIDAD PERMANENTE A 919.737 PENSIONISTAS CON UN IMPORTE MEDIO DE 923,28 €/MES. ESTA CIFRA HABLA DE LA GRAN IMPORTANCIA QUE TIENE LA LABOR DEL PERITO MÉDICO EN NUESTRO PAÍS. Datos ODISMET OBSERVATORIO SOBRE LA DISCAPACIDAD Y MERCADO DE TRABAJO
Obviamente podríamos abordar un tercer punto -Otros- pero en un intento por ser concretos nos quedaríamos con estos dos sucesos, que son los que copan la agenda el perito médico, experto en medicina forense y/o medicina del trabajo. En ambos casos, la labor pericial actúa como un asistente de orden técnico del que se sirve el juez y/o el abogado/s en una causa para poder entender la influencia del capítulo sanitario dentro de un caso que se está instruyendo en sala. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, se trata de profesionales del derecho que acuden a expertos en otras áreas técnicas que no dominan, para asesorarse sobre ellas y sobre cómo afectan al caso.
Uno de los casos citados, sin duda el más habitual a la hora de requerir el concurso de un médico valorador del daño corporal es el de la incapacidad laboral. Tomando en cuenta las cifras que veíamos anteriormente sobre incapacidades en España y coste, no es extraño pensar en un profesional médico con mucha formación específica para valorar no solo a nivel sanitario al paciente sino para posteriormente poder cruzar ese diagnóstico con una tabla de valores (baremos) que determinan a nivel legal qué tipo de incapacidad procede considerar para dicho individuo.
Obviamente que cualquier médico especialista puede diagnosticar qué sucede a un paciente. El carácter específico del perito médico está en saber valorar también cómo se enmarca ese diagnóstico dentro de las fronteras que establece la normativa vigente. No solo se debe afirmar, por ejemplo, si el sujeto padece una dolencia de orden lumbar, por qué causas y con qué tratamiento, sino también en qué grado afecta al desempeño de su profesión, de otras similares o de todas.
En lo que a evaluación de praxis médica se refiere, diremos que una vez más, abogados y jueces tienen que acudir a un perito médico para juzgar si existió o no una buena conducta desde el punto de vista médico, dado que no conocen las normas de una buena praxis desde un punto de vista técnico y por lo tanto no pueden pronunciarse. ¿Se puede hablar de un buen proceder de acuerdo al momento presente de la Ciencia Médica? Hubo respeto de la Lex Artis o lo que es lo mismo, la buena costumbre de la práctica médica. Esto solo lo puede evaluar un profesional de la medicina como asistente, con su informe firmado, de jueces, abogados… en el transcurso de un juicio. La función del perito médico en este caso será:
- analizar la actuación médica.
- elaborar un informe técnico comprensible a legos en la materia médica (abogados, jueces…).
- defender su informe en sala sometiéndose a tantas preguntas y aclaraciones como pueda requerir su informe para su mayor comprensión por parte de los profesionales jurídicos.