El fraude corporativo empieza por la zona alta del organigrama. La firma KPGM Forensics volcada en la gestión del riesgo, del fraude y la mala conducta ha publicado un estudio según el cual se quiere estudiar quiénes son responsables del fraude en las empresas y en qué proporción. Es decir, dicho en lengua vernácula, se estudia si en la mayoría de los casos, el fraude en la empresa lo comente el alto mando, el mando intermedio o el soldado raso.
Y la conclusión más importante a la que llega el estudio es a que el 32% de los casos de fraude en la empresa se cometen en el Consejo de Administración. El director de la empresa arroja un 26% de los casos, quedando un 20% para la plantilla. Apoyos técnicos significan un 5% y outsourcing solo un 3%.
EL ESTUDIO, QUE ES BASTANTE COMPLETO SE ATREVE INCLUSO A ESBOZAR UN PERFIL COMPLETO DEL PROTOTÍPICO DEFRAUDADOR EN LA EMPRESA: VARÓN, DE MEDIANA EDAD (36 A 55 AÑOS) CON MÁS DE UN LUSTRO O QUINQUENIO EN LA ENTIDAD Y QUE EN CASI LA MITAD DE LOS CASOS OCUPA UN PUESTO DIRECTIVO EN EL ORGANIGRAMA.
Otro de los rasgos que queda claro es que el enemigo suele estar en casa. Son personas de dentro de la empresa las que atentan contra su buen hacer. La motivación (para esto no hace falta mucho estudio) es la de lucrarse. Pero solo en el 60% de los casos. Es decir, que hay un nada desdeñable 40% de casos en los que el fraude no es para lucrarse: puede ser para vengarse de alguien con quien se tiene mala relación; para dañar la empresa; para conseguir colocar a alguien por nepotismo… Es una casuística muy amplia y que ocupa casi la mitad de los casos. No solo hay fraude para llevarse dinero a cuenta de la empresa.
Un análisis más, tiene que ver con la cada vez más creciente externalización de departamentos y servicios en la empresa. Si nos damos cuenta, solo 3 de cada cien casos de problemas en la empresa se los ocasiona una empresa subcontratada para realizar una tarea. Esa fiabilidad aconseja muchas veces el contar con partners, colaboradores externos, empresas que externalizan una función o servicio.
SOLUCIONES AL FRAUDE EN LA EMPRESA
En primer lugar, tenemos que tener en cuenta como apunta el estudio la implantación de controles internos en la empresa. Como saben, con la reciente modificación del Código Penal y la responsabilidad de las personas jurídicas (ya refrendada en varias sentencias) aparece el Compliance Officer, o director de cumplimiento normativo, que es una voz y práctica de exigencia jurídica que se implanta ya en España (traída del mundo anglosajón) Su misión es velar por el cumplimiento escrupuloso de toda la normativa que afecta a la práctica diaria de la empresa. A eso se refiere precisamente la conclusión del estudio cuando habla de mecanismos de control.
Pero más interesante aún, nos parece contar con una adecuada política de selección de personal. Esto ya no es seguridad pasiva o preventiva sino que va más allá. Se trata de proteger a la empresa de personajes futuramente indeseables, anticipando sus comportamientos. En anteriores artículos les hemos comentado un tema tan actual como interesante: la grafología laboral aplicada a los procesos de selección de personal. El éxito a la hora de contratar a un nuevo directivo es directamente proporcional a la cantidad y calidad de la información que manejamos en el momento de elegir por qué candidato optamos. Para ello, les recomendamos contar con un sistema de selección de personal apoyado en técnicas como el análisis grafológico y otros métodos que nos permitan evaluar su carácter (subyacente en muchos comportamientos, actitudes y automatismos que no se pueden ocultar) y entender qué podemos esperar de él. Más vale prevenir que curar en esto del fraude en la empresa.
