Dedicamos el artículo semanal en esta ocasión a la Pericial Psicológica. Concretamente al Síndrome de Alienación Parental. Nada como los medios de comunicación para poner en boga términos y modismos del más diverso ámbito. En esta ocasión, es el turno del Síndrome de Alienación Parental, perenne estos días en los medios de comunicación a tenor de las circunstancias que rodean la desaparición y búsqueda de una joven madrileña en un pueblo de las rías gallegas. (Al cierre de este artículo, aun en paradero desconocido).
El psicólogo, en su labor pericial frecuentemente participa en casos en los que se precisa determinar la idoneidad anímica y mental de las personas involucradas en casos de divorcio. Si tenemos en cuenta que un importante volumen de casos afecta a los menores nacidos como fruto de la unión a extinguir, evaluar la situación psicológica del niño y de los adultos puede ser decisiva a la hora de tomar una decisión tan importante como la de qué padre será custodio y qué progenitor será no custodio; cómo será el régimen de visitas; en qué condiciones se podrá ver al menor etc.
EL PERITO PSICÓLOGO JUEGA UN PAPEL FUNDAMENTAL EN CASOS DE DIVORCIO PORQUE TRAZA UN PERFIL DEL ESTADO DE APTITUD PSICOLÓGICA DE CADA PROGENITOR A LA HORA DE ASUMIR ROLES CON RESPECTO A LOS HIJOS MENORES DEL MATRIMONIO Y SU INFORME RESULTA MUY TENIDO EN CUENTA POR EL JUEZ A LA HORA DE DICTAR SENTENCIA SOBRE UNA CUSTODIA Y OTRAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL DIVORCIO
Visto así, el informe pericial psicológico deberá investigar las circunstancias que rodean todo el proceso de separación, cómo se está gestionando por parte de todos los actores implicados… En las últimas semanas, los medios afirman respecto al caso de la niña desaparecida que apuntábamos al inicio del artículo:
«…desoyó la existencia de un informe que detectaba la concurrencia del Síndrome de Alienación Parental…» leer noticia aquí
El Síndrome de Alienación Parental, que se cita en la noticia como parte del informe pericial de un psicólogo requerido para la causa de divorcio que se estaba instruyendo, es «un desorden psicopatológico en el cual un niño, de forma permanente, denigra e insulta sin justificación alguna a uno de sus progenitores, generalmente, pero no exclusivamente, el padre y se niega a tener contacto con él» (FUENTE WIKIPEDIA).
El término fue acuñado por el psicólogo Richard Gardner. Este científico apuntó que el niño podría expresar ese rechazo absoluto al contacto con un progenitor no de forma voluntaria y con causa real sino motivado por el otro progenitor. Otra reputada psicóloga, Francoise Bessette, apuntó hacia el alto número de casos en que un progenitor construía permanentemente matices negativos sobre el otro con la intención de imbuirlos en los menores hijos de ambos.
Queda claro por tanto, que al perito psicólogo le corresponde hallar la verdad sobre la relación afectiva de los hijos y ambos progenitores en un caso de divorcio. Detectar cuando la Alienación Parental existe y de ser así, si es consecuencia de un mal comportamiento de uno de los progenitores o efecto de una influencia psicológica del otro progenitor.
Sin embargo, no pensemos que no se abre un cauce para el debate. En el ámbito de la comunidad científica, no existe consenso acerca del SAP ya que según algunas voces, no reúne su diagnóstico la metodología suficiente para considerarlo una evidencia clínica. La Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología no dan reconocimiento a este síndrome. No obstante, el profesional de la pericial psicológica puede recoger en su informe, de forma argumentada, si existe inclinación de un menor hacia el rechazo a uno de los padres y estimar si lo considera consecuencia normal de la relación o efecto del discurso mediatizante del otro progenitor.
En cualquier caso, hemos visto, una semana más, como el papel del perito juega un papel esencial en la toma de decisiones en sala. De igual manera puede ocurrir en el ámbito de la empresa, donde el informe pericial del psicólogo puede determinar si contratar/despedir/renovar a un trabajador o no, si reubicarlo en otro puesto, reordenar el organigrama… En cualquier caso, acudir a un informe experto siempre es prudente si queremos tomar una decisión en cualquier ámbito de la vida.
1 Comentario
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Pequeña actualización. La discusión no era si existía el SAP o no, su existencia es tan evidente como el bulling o el mobing, como similitud en el ámbito escolar o laboral respectivamente. La discusión estaba en si es una enfermedad, inducida, luego una forma de maltrato, o no. Finalmente la OMS en el CIE 11 ya ha reconocido esta enfermedad con el código QE52.0