Los incendios forestales son la noticia triste de todos los veranos. Las altas temperaturas que se registran en nuestra zona nos hacen vulnerables a este problema. Catástrofes como los incendios forestales sufridos en Chile y Portugal a principios de 2017 y durante el verano, respectivamente, nos deben llevar a una profunda reflexión.
Bien es sabido que el país vecino, registra cientos de incendios al año. En este 2017 se habla de más de 75.000 hectáreas consumidas por las llamas entre enero y principios de julio. Una barbaridad. También sabemos, que supone un problema el vivir en el sur de Europa, donde la media de los termómetros supera los 30 grados centígrados en muchas zonas. Eso en sí mismo no provoca todos los incendios, pero agrava su gestión cuando se producen y tratamos de sofocarlos.
Incendios forestales: una cuestión de interés a veces
Portugal, toma medidas urgentes y activas contra este problema, que es su gran azote. Por ejemplo, vemos que aprueban leyes tales como la imposibilidad de edificar en terrenos que han sufrido un incendio y quedan deforestados hasta después de transcurridos 15 años tras el incendio. Con esto, por ejemplo disuaden al pirómano que provoca el fuego por cuestiones de especulación inmobiliaria.
Y es que tras los incendios, hay intereses creados (una locura atentar contra el planeta que es tu casa, pero sí, hay quien se muestra interesado) como por ejemplo el de propietarios de ganados que ven cómo el fuego convierte en pastos para sus semovientes lo que antes eran bosques.
Los peritos participan de muchas maneras en torno a un incendio. Al tratarse de una catástrofe ecológica, tienen cabida las valoraciones de muchos expertos en distintas ramas. Vamos a avanzar viendo algunos ejemplos de lo que estamos planteando.
Incendios forestales y psicología forense
Estos días hemos leído en la prensa cómo la policía portuguesa trabaja a partir de un perfil psicológico de los incendiarios o pirómanos. Para ello han acudido a dos psicólogas forenses, dos peritos psicólogos si así lo preferís. Cristina Soeiro y Raquel Guerra son las dos profesionales que han realizado un estudio sobre el perfil psico-social de los incendiarios. Las conclusiones a las que han llegado se recogen en un informe pericial gracias al que la Policía Judicial lusa está avanzando más rápido en la detección de las personas responsables de los incendios cuando estos son provocados. Aquí tenemos un ejemplo de acción del perito, no como parte en un juicio o tasando el valor de un bien, sino dando una solución experta a un problema que se plantea.
Gracias al concurso de los peritos, la policía sabe que —muy probablemente— se tratará de personas que obedecen a un cierto patrón de aislamiento social (hombres divorciados o solteros) perfiles de baja instrucción o con poca educación… El trabajo de Soeiro y Guerra llega a conclusiones tan exactas como que un 73% de los pirómanos portugueses tiene historial criminal previo a este delito; un 39% son alcohólicos profundos y 17,4% padecen brotes psicóticos.
Esta información para el perfil policial es sumamente importante porque el 95% de los incendios forestales son provocados intencionadamente, es decir, casi todos. Un incendio, un delito, un responsable.
Incendios forestales y otros peritos
Un incendio forestal provoca daños evidentes. Y cuando hay daños, necesitamos un perito con seguridad. Las autoridades necesitarán peritos que le digan a cuánto ascienden los daños. Querrán saber qué medidas aconsejan tomar en reforestación. Qué uso del terreno podemos hacer.
Puede ocurrir que resulten dañados espacios agrícolas o ganaderos. Necesitarán un perito que les pueda tasar el daño sufrido. Considerar profesionalmente tanto las pérdidas económicas como el lucro cesante. En el caso de la ganadería deberá ser un experto en peritaje de semovientes. Si como en muchos casos sucedió, se propagó hasta afectar a casas, viviendas familiares… se necesitará un perito experto en bienes inmuebles y así sucesivamente.
¿Y si existe una póliza de seguros sobre la propiedad? Pues de nuevo estaremos ante una necesidad de contar con un perito. Alguien que aporte una valoración fiable. Como vemos, el papel de los peritos es muy diverso. Participan en cualquier materia de nuestro día a día y no solo en contenciosos o para tasar un bien sino para aportar una solución.
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